jueves, 24 de diciembre de 2015

UNA HISTORIA DE PLATA









Este artículo es de nuestro buen amigo y colaborador José Eduardo Cruz Morales, a quien agradecemos por todo el material que aporta para  El Azote Venezolano, El Blog, esperamos que el mismo sea del gusto de todos y aprovechamos la oportunidad para invitarlos a ser parte de nuestros colaboradores, aportando el material que gusten enviarnos, sabiendo que tendrán el crédito que se merecen, para aportaciones del mismo enviar al e-mail brunobernasconic@gmail.com

 Espero que este articulo sea de su agrado, por lo regular no hablo mucho sobre como consigo mis mascaras, esta es la primera ves que lo hago de manera abierta para una pagina, y creo que será de las pocas veces que pienso hacerlo, que lo disfruten mucho. 

Primera caída: El inicio de mi colección. 

Mi colección de mascaras la inicie hace aproximadamente cuatro años, comenzó con una mascara de esponja, la cual es una de las mas sencillas que venden afuera de las arenas, posteriormente comencé a comprar mascaras con un poco de mejor calidad, pero sin llegar a la calidad de una mascara profesional. Sin embargo tengo recuerdos de que las primeras mascaras que tuve fueron en mi infancia, era una de Mascara Sagrada y una del Ultimo Dragón, las cuales eran muy modestas y sencillas. 

Comencé coleccionando este tipo de mascaras por que pensaba que era imposible llegar a tener las que usaban los luchadores, primeramente por que no era fácil acceder a ellos y segundo por los precios que manejan. La primer mascara profesional que tuve fue la de un luchador local llamado Endeavor, la cual me gane contestando una trivia que publicaron en un periódico local, el cual siempre apoya incondicionalmente la lucha libre oaxaqueña. Por este motivo es que di paso a comenzar a coleccionar mascaras profesionales de luchadores oaxaqueños, pero igual seguía coleccionando mascaras de afuera de las arenas. 

El mascarero a quien le compraba mascaras afuera de las arenas tenia conocimiento de que me gustaba coleccionar, un día me llamo para decirme que tenia una mascara para mi, cuando llegue a su taller me mostró una mascara de un gran luchador de talla nacional: El Destructor Nazi, la cual no dude en adquirir y es a partir de este momento donde comienzo a coleccionar mascaras de luchadores conocidos a nivel nacional e internacional, y de igual forma deje de adquirir mascaras con este mascarero ya que desde entonces me decidí a solo coleccionar mascaras profesionales, originales y luchadas. 

Me empecé a deshacer de la mayoría de las mascaras que antes compraba quedándome solo con algunas cuantas que me gustaron. Actualmente tengo mascaras de luchadores oaxaqueños, luchadores reconocidos nacionalmente como lo son los del CMLL, AAA e independientes, mascaras de grandes figuras de antaño e incluso en mi colección cuento con mascaras de luchadores de otros países, las cuales son muy especiales. Quiero dejar en claro que no me importa que lugar ocupa un luchador en el cartel, ni me importa la magnitud de su fama, con que la mascara me guste es suficiente para tener el gusto de poder obtenerla.

Segunda caída: La mascara que todos desean. 

Bueno, ahora viene la parte emocionante y emotiva de este artículo, la historia de cómo obtuve la mascara de El Santo, el Enmascarado de Plata. 

Como todo coleccionista, o al menos para la mayoría, todo sueño es poseer una mascara de El Santo, en mi caso desde que inicie mi colección, y aun pensando que era imposible, mi sueño era tener una mascara del El Santo, Blue Demon y Mil Mascaras. En el caso de las mascaras de Santo y Demon no pasaba por mi mente poseer mascaras de los padres, mas bien yo pensaba en mascaras de sus hijos ya que son quienes están actualmente y pues conseguir mascaras de sus papas es algo complicado.
A principios de 2009 unos de mis objetivos para ese año era tener mascaras de El Hijo del Santo, Blue Demon Jr. y Mil Mascaras, objetivo que poco a poco fue quedando en el olvido ya que conforme transcurrían los meses se iban alejando las posibilidades de cumplirlo. 

A principios de 2010 me fije un objetivo, el cual era obtener durante este año una de las 3 mascaras mencionadas, ya fuera la de El Hijo del Santo, la de Blue Demon Jr. o la de Mil Mascaras, principalmente obtenerla en el mes de octubre ya que es el mes en el que cumplo años y quería regalarme a mi mismo algo que deseara mucho. 

El año 2010 a fue un gran año, ya que prácticamente en el he obtenido parte importante de mi colección y con el transcurso de los meses ya no solo pensaba en tener una mascara de El Hijo del Santo o una de Blue Demon Jr., más bien comencé a fantasear con la posibilidad de tener una de El Santo o Blue Demon Sr. 

Tercera caída: Un sueño hecho realidad. 

A mediados de septiembre acudí a las oficinas del periódico local que apoya incondicionalmente a la lucha libre oaxaqueña, ese día vino un luchador continuador de una leyenda a promocionar una función de lucha libre que se llevaría acabo el día 25 de septiembre, en las oficinas me encontré a El Practicante, amigo, luchador local y es quien redacta los acontecimientos de la lucha libre oaxaqueña y nacional, como el también colecciona mascaras le comente acerca de mi interés por tener una mascara de El Santo, a lo cual me contesto que tenia un amigo luchador en la ciudad de México, el cual poseía una mascara de El Santo elaborada por don Ranulfo López, me dijo que le comentaría acerca de mi interés y que después me decía que opinaba la otra persona, con quien por cierto yo ya tenia el antecedente de haberle adquirido un equipo del luchador Abismo Negro, utilizado una semana antes de su lamentable fallecimiento. Al día siguiente de haber platicado con el practicante, me llama diciéndome que su amigo si vende la mascara de El Santo, me informa la cantidad que desean a cambio de la mascara y prácticamente digo que no, ya que no esta dentro de mis posibilidades. 

Para esto el amigo de El Practicante estaba programado en la función del día 25 de septiembre que anteriormente les mencione, días antes de la función El Practicante me llama para decirme que su amigo viene a luchar a Oaxaca el día 25 y que me dejaba la mascara a mitad del precio que me dio primeramente, a lo cual respondo nuevamente que no, ya que sigue siendo una cantidad considerable y la cual sigue sin estar en mis posibilidades, El Practicante me dice que su amigo traerá la mascara para mostrármela aunque no se la compre y le respondo que me parece bien. Llega el día de la función y yo voy emocionado ya que en mis manos tendré por unos instantes una mascara de la máxima leyenda de la lucha libre mexicana.

 Llega El Practicante y su amigo y me muestran la mascara, la cual al verla me emociona mas de lo que ya estaba, es una mascara muy bella, muy bien conservada, es una mascara de tela metálica con aplicaciones en piel, pero no es una mascara de agujeta, es una mascara de cierre, de presentación, lo cual se me hace genial ya que son el tipo de mascaras que me gustan mucho, simplemente es una belleza, una obra de arte. 

La tuve 10 minutos en mis manos y su dueño bajo un poquito mas al precio, pero de todas formas seguía sin tener los recursos para poder quedarme con ella, por lo que le dije a la persona que quizás en un futuro podría comprársela, que por el momento no, así que ese día estaba contento de haber tenido esa joya en mis manos, pero a la vez algo triste por no haber regresado a casa con ella. 

En las siguientes dos semanas después del día de la función, comencé a ver o analizar todas las posibilidades para poder juntar la cantidad que querían por la mascara, pensaba en vender alguna mascara de mi colección, pero hubo dos personas que me pidieron que no lo hiciera y estuve de acuerdo con sus razones y no lo hice. 

Ante tales circunstancias de que ya no veía mas posibilidades me fui olvidando de aquella mascara y también de aquel objetivo de principios de año, de hacerme de una mascara de una gran figura de la lucha libre mexicana y regalármela en el mes de mi cumpleaños. 

Aun así seguía pensando en aquella mascara que tuve en mis manos, pero solo eso, me la imaginaba, recordaba aquellos momentos en que la tuve, aun me inquietaba, sin embargo yo ya estaba resignado a no tenerla jamás, pero todo cambia en un segundo. Un mes después de la función de septiembre, el día 26 de octubre para ser exactos, en la tarde, estaba sentado en la cafetería de la universidad, cuando de pronto recibo una llamada de El Practicante, pensé que el motivo era para checar unas fotos que le había yo solicitado en días anteriores, pero no, me hablo para decirme que su amigo tenia ciertos problemas y por los mismos tenia una emergencia, que me dejaba la mascara a la mitad del precio que me dijo el día 25, me la dejaba así por que ya tenia yo el antecedente de comprarle el equipo de Abismo Negro y que por mi gusto por la colección sabia que quedaría en buenas manos, la noticia me tomo por sorpresa y no dude dos veces en aceptar la propuesta, la mascara me la entregarían personalmente el día sábado 30 de octubre, ya que ese día el dueño vendría a una función a Oaxaca. 

Después de aquella llamada lo que hice fue hablarle a la Dama Enmascarada, quien es una persona muy importante para mi ya que siempre me a aconsejado acerca de cómo manejar ciertas situaciones que se me han presentado al momento de negociar algunas mascaras, que si no fuera por ella, varias no estarían en mi colección, además de que siempre me da el visto bueno y acertada opinión acerca de alguna mascara nueva que estoy por obtener y de igual forma comparte conmigo la felicidad y satisfacción de obtener una nueva mascara y mi gusto por la colección. 

Después de haberle comentado la propuesta que me habían hecho hace algunos minutos, no dudo en mostrarme su emoción por tener una mascara que siempre e querido. Llego el gran día, el sábado 30 de octubre, por la tarde, con gran emoción me dirigí a la función, sabia el nombre del lugar donde seria, pero no sabia donde quedaba, me fui junto con unos luchadores locales, con los cuales he creado gran amistad, el pueblo donde seria la función estaba lejos de donde yo vivo, y al llegar hacia mucho frío, pero nada importaba ese día, solo me importaba la emoción y la alegría que sentía a pocos minutos de que por fin tendría la mascara que tanto he querido siempre, era lo único que importaba.
A la mitad de la función salió de los vestidores El Practicante y su amigo, me preguntaron si en ese mismo momento me entregaban la mascara o que si seria hasta el final, no podía esperar más y pedí que fuera en ese mismo instante, fueron a los vestidores por la mascara y nuevamente volvieron a salir ya con ella, rápidamente una gran sonrisa figuro en mi rostro e inevitablemente sentí una gran emoción incomparable de ya por fin tener esa mascara que un mes antes había visto, me la entregaron y la guarde cuidadosamente en mi mochila, la cual también es muy especial para mi ya que en ella e transportado a casa todas las mascaras de mi colección. 

Agradecí a su entonces ya ex dueño el haberme dado la confianza para atesorar la mascara de El Santo, el Enmascarado de Plata. Inmediatamente le hice saber a la Dama Enmascarada que la mascara ya estaba en mis manos a lo cual ella muy contenta me felicito.

 De igual forma nunca olvidare aquel pueblito que fue testigo de dicho acontecimiento. Regrese a casa muy feliz por que por fin el sueño se hacia realidad, contento por cumplir varios objetivos, feliz por ya tener la mascara de una gran leyenda, por haberla obtenido en el mes de mi cumpleaños y realizado por que ya cumplí mi objetivo de este año en lo que a mascaras se refiere. 

Esta es la historia de cómo llego a mi la mascara de El Santo, el Enmascarado de Plata y por tal hecho, si hoy decidiera dejar de coleccionar me quedo contento y feliz con lo que he logrado.

JOSÉ EDUARDO CRUZ MORALES. OAXACA, MEXICO.






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